Tuesday, July 26, 2011

Lo sé. Estoy loca. No puedo evitarlo. Le busco, le miro, le pierdo. Trato de encontrar el momento. Con miedo. Quizá esto sea una locura. O un capricho más. Quién sabe. No sé qué es lo que piensa. No sabe qué es lo que pienso yo. Todo fue muy precipitado. Tal vez algo inconsciente. Pero pasó. Ni siquiera le conozco. Ni siquiera sé cómo es. Mírale. Ingenuo. No sabe que le estoy pensando. No sabe que le estoy buscando. ¿Y si todo fuera un arrebato? Una noche. Litros de alcohol. Música a tope. Una mezcla de todo. Un mezcla que a veces confunde. Espero que lo recuerde. O que piense en ello. Que al menos se le pase por la cabeza. Nada más.

Y yo sigo como una loca, escribiendo líneas sin sentido de un momento fugaz que apenas entiendo todavía. Quizá no haya nada que entender. Simplemente dejarlo pasar. Qué mal se me da eso. Amontonar momentos pasados. Ordenar mi presente.

Dicen que con el tiempo se aprende. Aunque el tiempo para mí pasa demasiado rápido....

Saturday, June 11, 2011

Tan sólo grita mi nombre

Piénsalo. Hay determinadas cosas que jamás olvidarás. Por mucho que trates de hacerlo, permanecerán en tu mente durante el resto de tu vida. Formarán parte del baúl mental de tus recuerdos. Míralo por el lado bueno. Cuando algún día descanses sobre una mecedora recordarás todos estos momentos que te harán reír. Te harán darte cuenta de lo ingenua que eras en tu juventud. Y recordarás aquella etapa de tu vida como la mejor y la más envidiable. Desearás volver a ella con todas tus fuerzas. Pero, entonces, ya será demasiado tarde.
Por ello, disfruta el momento que se te presenta. Comete los errores necesarios que te hagan aprender, madurar. Eso sí. No olvides que nunca debes desprenderte por completo de tu infancia. Si lo haces, perderás una importante parte de ti. Conserva tu sonrisa infantil, tus carcajadas sin sentido. Nunca dejes a un lado esa preciosa mirada profunda, ni tu voz de cristal. Todo lo que hagas, todo lo que decidas quedará grabado en el libro de tu vida. Aquel que sólo tú firmarás. Sólo tú añadirás los detalles que creas necesarios. Recuerda, que un buen libro ha de incluir acción, intriga, diversidad. Una vida demasiado feliz, falta de momentos de decepción, resulta monótona. Por esta razón, no has de maldecir aquellos malos momentos que te suceden. Siéntete orgullosa, porque serán precisamente ellos lo que brinden emoción a tu vida. Ellos harán que desees superarte, buscar nuevas metas y enfrentarte a tus miedos.

Recuerda todo esto, pequeña, algún día te será útil. No todos tenemos la oportunidad de poseer un guía que nos asesore en nuestro camino. Tú sí. Seré yo. Yo seré tu guía. No importa lo lejos que me encuentre, yo siempre estaré contigo. Si me echas en falta, tan sólo grita mi nombre.

Wednesday, May 25, 2011

Se desvanecen las alas con las que creímos nacer. Los párpados de las palabras quedan vacíos. Los amaneceres cóncavos gritan mudos.

Y yo quiero volar. Chapotear el vals de los amaneceres ciegos. Bailar al ritmo del alféizar callejero. Saborear el tronco inequívoco de las esdrújulas sangrantes, que se disipan como alma en el cielo. Gramos de piel que lloran las heridas de amores ajenos. Retales insípidos que expulsan sigilosos aroma a infierno. El suelo bajo mis pies se derrumba. Mis esquinas saborean el sonido de mi ausencia. El fuerte de la distancia queda muerto. Vida que como cárcel sin pena queda desierta.

Déjame partir. Amor, te lo ruego. Necesito marcharme lejos. Lejos de estas calles, donde no se mida el tiempo. Donde el color del viento sea el de los placeres desenfrenados y el de la lluvia de fuego. Déjame libre o viviré como frescor sin aliento, lirio sin agua o marioneta sin dueño. Tan sólo quiero olvidar. Tan sólo durante un tiempo…

Siembre te extrañaré en cada almohada de los abriles de enero...

Saturday, February 26, 2011

A veces quisiera ser una esponja. Una esponja para absorber todo lo que alrededor de mí sucede. Hacer de mí un mapa de sonidos, un baúl de imágenes, un fondo de recuerdos. Coleccionar miradas. Archivar sonrisas. Clasificar momentos. Guardarlos en un cajón infinito para que cuando deje esta linda ciudad pueda sentir que sigo en ella. Revivir situaciones. Escuchar las voces de los que un día me amaron. Visionar rostros, poder casi hasta tocarlos con las yemas de mis dedos. Sentirlos cerca. Construir una burbuja de emociones en la que evadirme en cualquier momento, en cualquier lugar.

En Viena, Berlín, Sydney o Budapest. Allá donde nadie más esté...